martes, 26 de octubre de 2010

Virgen de La Candelaria 2010 (VIII)

Tras el atipanakuy, hay un pequeño intermedio y con él se reinician las celebraciones de rigor.

En el grupo de visitantes ishuanos, las cervezas y otras bebidas empiezan a correr cual río desbordado en época de crecidas...

Los cabaninos por su parte, empiezan con su habitual ronda bailable del intermedio; se acerca el fin de fiesta y hay que despedir la reunión de un modo tal que sea inolvidable.

Todo el campo se convierte en una inmensa pista de baile; rondas por aquí, comparsas por allá, grupos por acullá, etc., todos quieren bailar y sentirse parte de los festejos.

Se reinicia la presentación de los negritos y esta vez la cita es entre comparsas.

Los grupos inician su despedida ante el trono de la Virgen.

Cada comparsa de negritos tiene sus propios cantos y versos.

Iniciando de la despedida de fiesta, un yanacoyunda encabeza la marcha de esta ronda.

Al compás de las arpas, violines, chinchillas y marquías, los concurrentes saltan al campo a bailar y recordar sus épocas jóvenes.


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Alegría desbordante por haber cumplido con la fiesta de La Virgen.
No faltan las bebidas ni los traguitos, los cuales causan efectos en el entusiasmo de las personas, ello unido al frenético zapateo del huayno ayacuchano, da como resultado un ambiente sumamente festivo.

Muchos amigos terminaron así, con la brújula totalmente desorientada...
Gran fiesta.



sábado, 16 de octubre de 2010

Virgen de La Candelaria 2010 (VII)

El atipanakuy entre caporales prosigue para beneplácito de los concurrentes.

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Mientras, los encargados de repartir la comida, retornan otra vez a su lugar de suministro; arduo trabajo.

Vista que muestra el espectáculo acompañado por un rico potaje, más no se puede pedir...

Regresan los ángeles de Charl, perdón, los ángeles del combo.

Alcanzó para todos, absolutamente para todos.

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Fiesta muy concurrida, animada y bien atendida, nuestros saludos y respetos por los encargados...



martes, 5 de octubre de 2010

Virgen de La Candelaria 2010 (VI)

Después de lo ajetreos propios de un proceso electoral, retornamos a lo nuestro, mostrando imágenes de lo que fue la fiesta de La Candelaria organizada por los amigos de Cabana Sur..


La honorable dama que pasa "cargo", personalmente se acerca a los concurrentes, a fin de poder servirles un refrescante vaso de chicha de jora.


Gran gesto tratándose de una persona de interesante edad, pues tranquilamente podría estar en su ramada esperando ser servida y atendida.


Una y otra vez, regresó a su esquina para cargar chicha en la tetera que porta (como es tradición en la sierra) y poder seguir atendiendo a las personas que llegaron a las fiestas de la Mamacha Cocharcas, pues en estas ocasiones, TODOS los asistentes son sus invitados y deben ser convenientemente atendidos.


Y por el otro lado, la rica comida que se avecinaba, aunque con la cantidad de personas que habían concurrido a esta reunión festiva, persistía la duda de ser atendidos.


Primero los de abajo, las damas, devotos y personas de edad; los más jovenes y hombres de pelo en pecho que se encuentran más arriba -trago en mano por supuesto-, van a atendidos más tarde (ojalá sea cierto)...


Uno por uno eran atendidos mientras a los que estábamos más arriba, la panza nos reclamaba a gritos aunque sea un granito de arroz...


¡Y alcanzó!... finalmente, la parrillada o estofado, llegó a nuestras narices y no se trataba de un platito cualquiera, no señor, era un potaje muy bien servido; ¡qué tal gesto de la persona encargada! meditaba interiormente mientras calculaba el tremendo gasto que se había efectuado para realizar este tipo de atenciones...


Comiendo y de paso apreciando el atipanakuy que se desarrollaba en la "plaza". Barriga llena, corazón contento...


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Los encargados de servir el potaje o "convido" iban y venían incansables desde su centro de suministro. Al final, todos los concurrentes fueron atendidos. Reciban nuestros respetos, señores cargontes o mayordomos.