jueves, 27 de marzo de 2008

Puente Huasapampa: Historias

Este puente sobre río Sondondo, era el ícono de entrada o despedida para aquellas personas de las diversas comunidades que se encontraban en la otra banda del río con dirección hacia Querobamba. Quienes la cruzaban con rumbo a Lima sabían que atrás quedaba su querencia, amigos y familia y, quienes regresaban desde la costa, intuían que sus padres y abuelos (los buses hacían sonar el claxon y desde lejos ya se podía escuchar el ronquido del motor) los estaban esperando en la agencia.

** Puente Huasapampa en los años 70

El puente actual sobre el río Sondondo está aproximadamente a 2850 msnm y fue construido alrededor del año 1964, anteriormente era de madera teniendo como base gruesos troncos de eucaliptos así como se podía observar en el puente sobre el Negromayo que estaba a la entrada de Andamarca allá los años 70.
Mediante esta vía se llega a los pueblos de Ccecca, Ishua, Huaycahuacho, Chuschama, Huacaña, etc., y, tomando las palabras de Hilario Puma: "desde Huacaña subir y cruzar el paso de Huillqui a 4000 msnm, recorrer toda la fría puna de Tintay Yarja hasta llegar al río Cacta, subir nuevamente a Cabracancha y llegar por fin a la hermosa ciudad de Querobamba a 3,700 msnm.


** Expreso Cabanino rumbo a Lima

Los comuneros que se dirigían hacia la capital por motivos laborales, económicos, u otros, tenían muchas veces que esperar 3 o 4 días para conseguir transporte, y pernoctaban en Aucará o Cabana gracias a la generosidad de los familias asentadas, muchas de ellas emparentadas con los viajeros de estos pueblos vía compadrazgo o vínculos familiares. Algunos memoriosos recordarán como en un principo era la empresa Cueva la que llegaba hasta Cabana Sur y cuando no se podía tomar estos omnibuses de madera habían unos camiones de carga que tenían una caseta habilitada para algunos ( los mas pudientes y/o conocidos, porque la indiada iba en la tolva) pasajeros; la mayor parte de las veces estas unidades eran las que hacían el servicio de transporte.

** Etarsa, empresa que presto servicios unos cuantos años

También recordarán con cariño las famosas carreras entre camiones a través de la vasta pampa ( yo recuerdo uno en particular pues se trenzaron en frenética carrera, 3 camiones y ninguno de ellos quería dar su brazo a torcer, hasta que finalmente, el camión amarillo en el íbamos ganó por estrecho margen y porque se acabó la pampa, sino seguíamos hasta el cielo de seguro). Otros contarán a sus nietos como se ponían a rezar e invocar a todos los santos, durante las raudas bajadas de los buses de Expreso Puquio con dirección hacia el puente de Andamarca con un chofer borracho al volante como desafiando al destino.

** Vista panorámica de la entrada a Quichca. Ishua se encuentra tras los eucaliptos (Izq.)

Hasta donde la memoria alcanza, me parece que la empresa Cueva fue la pionera en llegar con sus buses a Cabana Sur, luego se hizo presente la empresa Villa hasta Aucara y casi por los 70 aparecieron dos compañías de transporte que hasta canción tuvieron: Expreso Puquio y Transportes Pérez Albela, luego vinieron Etarsa y Expreso Cabanino. Quienes hayan experimentado los viajecitos de Puquio a Aucara a comienzos de los años 60, recordarán que las mamás nos cubrían la cabeza en las pampas donde se encontraban las lagunas de Yauriviri, so pretexto de que nos podíamos volver locos o, que la laguna estaba encantada y por ese motivo se podía llevar nuestra almita; apenas con 5 añitos a cuestas lo que nosotros deseábamos fervientemente, era ir en la tolva superior, de frente al camino, de cara al viento, como J'ari.

** Entrada a Ishua

Fotos: David Huamaní Urbano & Victor Huarcaya

domingo, 23 de marzo de 2008

Sondondo (San Cristobal de Suntunto)

** Fotografía de Hans Erik Rasmussen (Ver link)

** Familia Neyra Manuel en Plaza de Sondondo

En 1586, el corregidor L. de Monzo hace una relación del repartimiento de los Rucanas Antamarcas (Rukanas Antamarkas) y en ella hace referencia al pueblo de San Cristóbal de Sondondo (Suntunto) señalando además que habitaban en esta región más de 11,700 indios "chicos y grandes".

** Fachada de Iglesia de Sondondo

También, el cronista indio, don Guamán Poma, al referirse a su padre dice que era "de la provincia de los lucanas y soras andamarcas del pueblo de la Santa Maria de Pena de Francia de Gualcabamba de Suntonto y de Santiago de Chipao". Es justamente el padre del narrador indio quien envía una carta al Rey con fecha 15 de mayo de 1587 haciendo referencia a los grandes servicios prestados a la corona.

** Puente que une Sondondo con Cabana Sur

En Ayacucho, entre los años 6,000 y 2,000 AC, se consolidó la actividad agropecuaria, proceso que, como en todas partes, se desarrolló por fases, con logros progresivos, a los cuales los especialistas denominan como Jaywa, Chiwa y Cachi.

** En medio de un clima templado, al lado del pueblo.

** Ubérrimo maizal en chacra de Sondondo

El valle del Qarhuarazo, en Sondondo, ha sido bastante bien estudiado y se tiene una secuencia arqueológica completa, hasta la dominación inca de esta región. En la parte alta, formada por el río Pampamarca, durante el Intermedio Temprano, hubo una cultura local llamada Kancha, cuyos asentamientos precisamente estaban por encima de los 3,600 m. sobre el nivel del mar. Los Kancha producían sobretodo tubérculos andinos de altura y estaban dedicados igualmente a la ganadería de camélidos. Pero, cuando este valle cayó bajo la dominación Wari, el patrón de ocupación del espacio cambió en forma considerable. En efecto, los pueblos Wari de la zona bajaron al valle y se dedicaron al maíz, habilitándose terrazas para ese efecto. En el Qarhuarazo entonces, durante el Intermedio Temprano habitaron pueblos distintos a la cultura Warpa y contemporáneos a ella. Estos pueblos habrían estado en contacto con Warpa, pero habrían mantenido una autonomía que perdieron cuando, a partir del año 600 de nuestra era, la región entera fue dominada por el primer imperio de la antigüedad peruana: Wari.

** Camino a Cabana Sur, una vista del valle del Sondondo

Sondondo está aproximadamente a 2.5 horas de camino desde Ishua en dirección hacia el nevado Ccarhuarazo y Chipao; es archi conocida la producción de duraznos que tienen debido a la abundancia de agua, y también por la cantidad de truchas que se puede pescar (al igual que Mayobamba); el camino es de herradura pero tiene unas vistas muy interesantes con subidas y bajadas constantes en medio de un clima templado. Como se encuentra dentro de una quebrada o encañada, la temperatura por las noches no tiene el rigor del frío serrano, aún a pesar de encontrarse cerca al Ccarhuarazo.

** Rosi Neyra M., de Cabana Sur, a las puertas de Sondondo desde el camino proveniente de Ishua y Ccecca.

Fotografías: Javier Díaz Espinoza (Sondondo & Ishua)



martes, 18 de marzo de 2008

Pepicha de Ishua

A propósito de la publicación de un video en YouTube sobre nuestro arpista Pepe Suica, por parte de un amigo, descendiente de ishuanos y radicado en los Estados Unidos de N.A., don Walter Alarcón; Ishua recuerda con afecto y ternura a uno de sus grandes arpistas:



Muy probablemente, algunas personas señalarán, y con justa razón, la exageración de nombrar como uno de sus artistas predilectos al popular Pepicha de Ishua; empero, es necesario señalar que tal denominación proviene precisamente de aquellos pueblos por los cuales nuestro artista mostró su arte. Entonces, con ponderación, podemos afirmar que el pueblo de Ishua es y será tierra de arpistas, violinistas y danzantes de tijeras al igual que muchas otras comunidades Rukanas Antamarkas.
A continuación se muestra otra melodía compuesta por este notable maestro, en ella deja evidencia su calidad interpretativa para con el arpa.



** Video subido a la web por el equipo Ichanito

Muchas de las personas que lean estas notas recordarán, cómo en muchas ocasiones, rompía las cuerdas de su instrumento en el eterno afán por arrancar las mejores notas, así como muchas otras veces, se encerraba a solas, indagando y mezclando diversas tonadas; nosotros, como extraños visitantes de temporada, sentados en las bancas de piedra de la plaza solitaria y acompañados del rumor producido por los eucaliptos, los loros y la tarde, solo atinábamos a escuchar, cómo a lo lejos, los compases se desgranaban de su alma.
Quedará impregnada en la memoria colectiva de todos los comuneros lucanas y de todos aquellos que tuvieron la suerte de escuchar las hermosas melodías que tocaba el arpista de la comunidad de Ishua.

martes, 11 de marzo de 2008

Despacho o despedida...

A raíz de un post anterior, recordamos el famoso "despacho", el cual se efectuaba en Ishua al igual que en otras comunidades Lucanas.

En las ocasiones en que los comuneros debían regresar a sus puestos de trabajo o lugar de nueva residencia, situados en la costa o en otra ciudad; los familiares, amigos o compadres, realizaban un pequeño contrato para que un dúo musical, compuesto por un arpista y un violinista, se encuentren presentes en la reunión, amenizando con sus notas de alegría y dolor, los nuevos recuerdos que se iban a forjar de aquellas tristes despedidas. La reunión empezaba como una pequeña fiestecilla donde al compás del arpa y violín se bailaban tonadas de antaño y conforme transcurría el tiempo o la noche (de madrugada, con la quietud reinante, se podían escuchar las tonadas desde cualquier lugar del pueblo), los amigos y conocidos se apersonaban y acompañaban al homenajeado; tragos van tragos vienen y, los sentimientos reprimidos afloraban; las sentidas palabras tales como hermano, amigo o compadre, sí que tenían especial valor aquella noche. Ni qué decir de aquellos jóvenes enamorados que se despedían de la amada a quien dejaban en aquella comunidad; escuché testimonios dolidos sobre esos esos hechos en particular; personas que al momento de cruzar el puente Huasapampa sobre el Sondondo Mayo, daban marcha atrás y no había forma de hacerlos avanzar hacia el nuevo destino; mujeres y hombres, quienes, desde la alturas de Cabana Sur, sentían cómo el corazón se les rompía, porque desde aquel lugar se vería la tierra que los cobijó por última vez

** Viajeros con rumbo a Lima, se topan a la salida con caravana de chamiceros.

** Chamizos tratando de sacar a los visitantes para que no se vayan, porque la fiesta no ha concluído aún...

** Oye hermano, ¿cómo te vas ir así, escondido nomás? - dice el amigo Hernán Santiago.

Ahora, los despachos ya no tienen el tinte trágico de antes pero de que son tristes, aún lo son; por ejemplo, aquellos amigos y paisanos que retornan a Europa o Norteamérica dejando a sus padres en este lugar; también, las despedidas que se efectúan, cuando concluidas las fiestas patronales del pueblo, te esperan a la salida del mismo para desearte un feliz viaje; ó, cuando terminadas las fiestas de carnavales, van a despedir a la persona que al día siguiente estará en otros lugares. Hechos, que transcurridos un determinado tiempo, producen nostalgia y dan lugar a un tierno recuerdo de aquellos lugares a los cuales nunca se olvidará. El pensamiento de la mayoría de las personas es, que cuando la situación económica mejore, retornarán a ese pueblo querido para desde aquel lugar propiciar el desarrollo de la comunidad en general.


** Es costumbre dar a los viajeros un poco de canchita con queso para que no sientan hambre en el camino.


** El encargo de los saludos para toda la familia radicada en Lima es interminable...


** Banda de chamizos despidiendo a viajeros.. Adiós y que la Virgencita los acompañe - se escucha decir por allí -.

jueves, 6 de marzo de 2008

Cabana - Aucara - Ishua

Los viajeros que llegaban por el camino de herradura, cansados pero firmes en su empeño, bajaban a Cabana Sur, y cerquita, casi al lado, pasando el panteón, pasaban por el antiguo pueblo de Aucará; esta vez, con mayor brío y alegría proseguían la caminata, la temperatura ya era más agradable, propia de la región quechua y porque habían frutas que uno podía tomar a lo largo del camino. Desde Aucará, el camino toma tres direcciones: una, en dirección al lado derecho, se dirige hacia el pueblo del cronista indio Guamán Poma, Sondondo (San Cristóbal de Suntunto), otra, en dirección al lado izquierdo, permite conocer Chacralla, Pampamarca, Orccosa, Mayo Luren y otros y , finalmente, una hacia el centro, mediante el cual se llega a Ccecca, Ishua, Huaycahuacho, Huacaña, Chuschama y Querobamba, a esta última ciudad se llegaba desde Puquio después de 4 días de agotadora marcha según narra el amigo Hilario Puma.





Cruzando el puente Huasapampa (todavía de madera), los comuneros ishuanos ya tenían la certeza de que en una hora estarían al lado de los familiares queridos, saboreando tunas deliciosas y comiendo choclito tierno con queso acompañado por arenosas papitas amarillas. La llegada de cualquier visitante era todo un acontecimiento, desde allí proviene la costumbre de visitar a los viajeros llevándoles algo de maíz, charqui, queso, mientras a su vez reciben pan, algo de azúcar, arroz, etc.
Aquellos que regresaban al terruño adorado después de varios años en otras tierras y entre otras gentes, al cabo de unos días ya no querían alejarse otra vez del pueblo; con qué alegría participaban en la siembra o cosecha según sea el caso, con qué entusiasmo se iban a las alturas para ver sus vaquitas, sus toritos, sus sembríos de habas, papas, ocas, hasta el ichu les parecía un jardín celestial. La alegría de saber que los llamaban "Jari" por haber estado al otro lado del mundo no tenía parangón; niños preguntando, si es que era cierto, que las casas de la capital llegaban hasta el cielo; si era verdad, que los ríos eran tan grandes que no tenían fin -el mar-; si en verdad, la gente viajaba en inmensos cóndores de metal, etc., muchas preguntas, tantas, que frecuentemente, se iban a sus chacras a hablar solitos - consigo mismo -, sobre todo lo acaecido.





Pero la vida es cruel, muchas veces por necesidades o en la búsqueda de mejores horizontes, tenían que volver a empacar sus cosas y retornar hacia la capital; aquí venía otra tragedia: los famosos "despachos" con arpa y violín eran muy sentidos y hasta el más macho soltaba sus lagrimones de tan sólo pensar que a la madrugada siguiente estaría cuesta arriba otra vez. Los paisanos, llorando a mares en su interior, durante la subida hacia las alturas que conducen a Puquio, a lo lejos veían cómo, poquito a poco, su comunidad querida se iba desvaneciendo con cada paso que daban, mientras, la pena que embargaba a los padres y hermanos que se quedaron en el pueblo era mucho mayor. Por eso, llegando al lugar desde donde se divisaba a su tierra por última vez, la palabra "Llajta", cobraba singular dimensión.
El éxodo continúa hasta hoy; esta vez ya no hacia Lima sino, hacia otras tierras, de costumbres y comidas extrañas; sólo pensando, que su sacrificio vale la pena porque ayudarán a sus padres y hermanos que se quedan en la patria, es que se hace más soportable la terrible soledad ¿Porqué será, que la vida siempre da vueltas y más vueltas como una noria?

domingo, 2 de marzo de 2008

Jeronta - Andamarca - Alturas de Cabana Sur

Muchos comuneros del valle del Sondondo y aledaños, se iban a la costa para trabajar de mayordomos, jardineros o de obreros sacando guano de las islas; después, al cabo de un año de labores, habían juntado platita suficiente como para regresar a su tierra, llevando de paso arroz, azúcar, galletas, panes de agua, alguna que otra ropita, caramelos diversos, jabón de tocador para oler diferente o mostrar ufano la novedosísima lampara de mano. Hasta Puquio llegaba la carretera (construida por los indios Lucanas sin ayuda del gobierno - ojo) y desde ese lugar empezaba el camino utilizando muchas veces la ruta del antiguo camino real de los incas.




Desde Puquio salían alrededor de las 2 0 3 de la madrugada, ascendían por una cañada en tierras de la hacienda de la familia Ortiz, después venía una pampa inmensa, llamada Quilcata Pampa, donde el frío era temible y la caminata no tenía fin, había que cruzar un pequeño arroyo que iba para Andamarca, el cual en época de crecida no era de fiar; ateridos, después de 12 ó 15 horas de continua marcha, los viajeros proseguían surcando la pampa inmensa donde se podía encontrar un tambillo que servía antaño al ejercito imperial inca, también se encontraban unos pequeños puquiales con agua de diversos sabores. Toparse en esta pampa con granizo y lluvia era lo peor que podía esperarse; seguidamente se ascendía, otra vez, en medio de las quebradas de Ñuñulla, denominada así, porque hay unas montañas que se asemejaban a los senos de una mujer, hasta las alturas de Huicso. Antes de llegar a la cima unas pequeñas cuevas servían para guarecerse o descansar después de tan exhausta jornada.




Al día siguiente partían ascendiendo cada vez más y, desde las alturas de Huicso, aproximadamente a 4200 msnm, ya se podían notar las montañas que rodeaban a los pueblos del valle de Sondondo Mayo; con el corazón palpitando por la cercanía del terruño querido, proseguían la larga marcha bajando por las quebradas y llegando finalmente al pueblo de Cabana Sur.



El camino que se recorre actualmente en camionetas y omnibuses difiere con el camino de herradura citado, hay que recordar que el antiguo camino de Lima al Cuzco por los llanos, pasaba por la región de Lucanas y cruzaba las alturas de Andamarca, llegando a Cabana y Aucará.