Mucha gente se pregunta acerca cómo es realmente el panorama en las alturas; todos los viejos comuneros saben perfectamente que en las alturas, las fronteras
pre-establecidas, virtualmente desaparecen; en el caso nuestro, en las alturas confluyen las tierras, lagunas y
puquiales de
Chipao,
Sondondo, Huacaña e
Ishua.
** Vista tomada desde un blog de Ciencias y Docencia (ver
Link)
En la zona comprendida más allá de la subida de
Chaquijocha y
Rospampa (desde
Ishua hay que caminar y soportar, por lo menos 5 horas netas de plena subida) el paisaje se muestra tal como la fotografía, un frío terreno cubierto de
ichu, musgos y algunos líquenes, en donde si una granizada te pesca desprevenido a media pampa, terminas cubierto totalmente de nieve y restos de hielo; la única ganadería es la de los
auquénidos y apenas asoman algunos
animalitos como tímidas
vizcachas y prudentes venados. A lo sumo se encuentra un par de chozas con
paisanitos sorprendidos, los cuales son las personas que cuidan de este ganado; el sentimiento de desconfianza de los
llamichus u hombres de las alturas, se debe a que todas las veces que los runas y
mistis subieron en tropel hacia las alturas, fue para algo malo según el pensar de ellos; siempre se llevaban sus llamitas u
ovejitas con el cuento gastado de que aquellos potreros eran propiedad particular.

Luego de pasada la zona ganadera donde pastan
despreocupadamante llamas, guanacos y alpacas, el paisaje se torna más árido y empieza en verdad la zona
Janca o puna propiamente dicha, en estos lugares es notoria la ausencia de vegetación y por los
roquedales se esconden fieros pumas aprovechando el mimetismo del color de su pelaje con la de las rocas
circundantes.

Paisaje de las alturas de
Chipao y
Sondondo, entre 4500 y 4700
msnm., por lo general las únicas personas que suelen visitar estos lugares son geólogos y cateadores en busca de un yacimiento que les permita explotar económicamente dicha mina.

Estamos cerca al
Apu Ccarhuarazo, quien con sus 5127
msnm, es el guardián tutelar de todos los pueblos de Lucanas; cuando un viajero sale de
Andahuaylas, al cabo de cuatro horas ya se encuentra en las alturas y, desde aquel lejano lugar ya se puede vislumbrar la majestuosidad de nuestro
Wamani, con su nieve de color amarillo como anunciando que en sus entrañas se guarda el preciado metal.

La veta de oro corre desde estos lugares y llega hasta las playas del río
Cangallo (es el mismo río que pasa por
Chipao,
Sondondo,
Ishua,
Huaycahuacho,
Chuschama, etc.), cruzando las tierras de todos los pueblos que habitan en las márgenes del río.

Los dejamos con una peculiar vista para vuestro
reláx, a sabiendas que por estos lugares es tanta la sensación de frío que hasta las llamas usan poncho.
Fotos: Cambridge Minerals Resources Plc (ver
Link)
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