En las ocasiones en que los comuneros debían regresar a sus puestos de trabajo o lugar de nueva residencia, situados en la costa o en otra ciudad; los familiares, amigos o compadres, realizaban un pequeño contrato para que un dúo musical, compuesto por un arpista y un violinista, se encuentren presentes en la reunión, amenizando con sus notas de alegría y dolor, los nuevos recuerdos que se iban a forjar de aquellas tristes despedidas. La reunión empezaba como una pequeña fiestecilla donde al compás del arpa y violín se bailaban tonadas de antaño y conforme transcurría el tiempo o la noche (de madrugada, con la quietud reinante, se podían escuchar las tonadas desde cualquier lugar del pueblo), los amigos y conocidos se apersonaban y acompañaban al homenajeado; tragos van tragos vienen y, los sentimientos reprimidos afloraban; las sentidas palabras tales como hermano, amigo o compadre, sí que tenían especial valor aquella noche. Ni qué decir de aquellos jóvenes enamorados que se despedían de la amada a quien dejaban en aquella comunidad; escuché testimonios dolidos sobre esos esos hechos en particular; personas que al momento de cruzar el puente Huasapampa sobre el Sondondo Mayo, daban marcha atrás y no había forma de hacerlos avanzar hacia el nuevo destino; mujeres y hombres, quienes, desde la alturas de Cabana Sur, sentían cómo el corazón se les rompía, porque desde aquel lugar se vería la tierra que los cobijó por última vez
** Viajeros con rumbo a Lima, se topan a la salida con caravana de chamiceros.
** Chamizos tratando de sacar a los visitantes para que no se vayan, porque la fiesta no ha concluído aún...
** Oye hermano, ¿cómo te vas ir así, escondido nomás? - dice el amigo Hernán Santiago.Ahora, los despachos ya no tienen el tinte trágico de antes pero de que son tristes, aún lo son; por ejemplo, aquellos amigos y paisanos que retornan a Europa o Norteamérica dejando a sus padres en este lugar; también, las despedidas que se efectúan, cuando concluidas las fiestas patronales del pueblo, te esperan a la salida del mismo para desearte un feliz viaje; ó, cuando terminadas las fiestas de carnavales, van a despedir a la persona que al día siguiente estará en otros lugares. Hechos, que transcurridos un determinado tiempo, producen nostalgia y dan lugar a un tierno recuerdo de aquellos lugares a los cuales nunca se olvidará. El pensamiento de la mayoría de las personas es, que cuando la situación económica mejore, retornarán a ese pueblo querido para desde aquel lugar propiciar el desarrollo de la comunidad en general.
** Es costumbre dar a los viajeros un poco de canchita con queso para que no sientan hambre en el camino.
** El encargo de los saludos para toda la familia radicada en Lima es interminable...
** Banda de chamizos despidiendo a viajeros.. Adiós y que la Virgencita los acompañe - se escucha decir por allí -.
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