Para estos lugares, los visitantes suelen llevar tunas (no saben, lo bien que sabe una jugosa tuna, en estas frías mañanas) para aplacar la sed del caminante y tomar un buen descanso (mientras, un helado sudor, comienza a recorrer las espaldas más resecas). Si llegan con buen ánimo a esta zona, pueden tentar a seguir subiendo otras cuatro horas restantes...
Después de tratar de vencer la cuesta de Rospampa -o Corcovado, según otros- durante un tiempo interminable (aquí es, donde todos, se acuerdan de sus pecados...), se llega a una zona mas o menos llana.
En la vista, la laguna que alimenta a la zona de Huacaña; la altura promedio en estos parajes bordea entre 4500 msnm y 4800 msnm, por eso se observa que tan solo el ichu y algunos líquenes, son las pocas especies, que pueden soportar los rigores de este clima tan adverso.
Al fondo, se puede apreciar a un pequeño manantial que fluye desde las rocas aledañas para alimentar Chaupiccocha, mientras, tímidas vizcachas observan desde lejos, tomando el sol de la mañana.
Nos indican que las aguas que discurren por esta acequia son producto de las lluvias, pues el canal antiguo que se hizo, hace más de 25 años, se encuentra muy deteriorado.
¿Dónde se encuentran, los muchachos de pelo en pecho y bolas de toro, que van de vacaciones a visitar y festejar de paso, los carnavales?. Ahí disponemos de buen material humano para estas nobles tareas...
** Fotos: Irineo Sulca S.
Chaupiccocha alturas ishuanas Lucanas Ccarhuarazo
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1 comentario:
verdaderamnet un paraje exotico como ningun otro..
saludos!
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