** Por diosh, tanta gente me abruma...
** Ya no se puede ni caminar entre tantos visitantes, mucho menos se puede conversar por el ruido ensordecedor ocasionado por la visita...jojo
** Me quedé ronco de tanto saludar a los paisanos...
** Caray, y pensar que uno vino a buscar un poquito de sosiego y tranquilidad; me regreso a Lima, aquí hay demasiada contaminación acustica...jeje.
** Nuestra placita, quieta en el tiempo y en donde no interesa si eres musulmań, budista, cristiano o ateo, a todos nos recibe con benevolente soledad...
** Amigos que han visto estas fotos me preguntan qué tipo de virus cayó por estos lugares...
** Meditando en la placita, escuchando buena música y bien abrigado, porque a partir de las 21:00 horas el frío se deja sentir...
** Aquí puedo gritar tranquilamente a los cuatro vientos: ¡soy dueño de este pueblo!. Nadie me va a contradecir...jeje
** A esta placita, en la bulliciosa y ajetreada ciudad capital la voy a extrañar de veras...
** Tantas vueltas por la plaza, tantos paseos solitarios desde Lindero hasta el pórtico de bienvenida que, muchas personas -la mayoría asustadas- pensaban que me patinaba el coco...jojo
Casa de la que fuera doña Virginia Huarcaya y don Donato Espinoza... mis respetos.
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