lunes, 25 de febrero de 2008

Puquio - Corralchayocc

Muchas personas, entre ellas nietos de ishuanos y personas mayores que migraron hacia la capital, anhelan viajar a Ishua. Los motivos son variados y para todos aquellos que por una u otra circunstancia no pueden llegar a la tierra de los lucanas, es que hemos preparado este pequeño tour. Vamos a partir del hecho que estamos en Puquio, desde Lima hasta Puquio el viaje no tiene muchos atractivos que digamos, salvo la visita a las líneas de Nazca, sus acueductos (maravillosa obra de hidraúlica) y pasando la cuesta de Toro Muerto, sobre los 4000 msnm, se vislumbra Galeras Pampa donde habitan aquellas gráciles criaturas denominadas vicuñas.



Saliendo desde Puquio se inicia una pequeña subida a través de la excelente carretera asfaltada que va hacia el ombligo del mundo (Cuzco), en el km 105 hay una pequeña bifurcación hacia la izquierda, en el cual, un letrero indica Aucará (supongo que los amigos de Andamarca deben estar echando humo porque se olvidan de su monumental andenería); acto seguido, la carretera se torna en afirmada con grava y pasados 15 minutos ya estamos en la represa de Pachaya, lugar muy bonito cuando atardece, desde aquí se da inicio a otra escalada - en estos meses ni se les ocurra abrir las ventanillas porque van a a terminar con medio kilo de polvo en el morro, aparte que van a llegar a Andamarca como si se hubiesen revolcado en tierra cual asno alegre con las patas al cielo -, posteriormente, se baja hasta una zona de cruce con un arroyo y se renueva otra vez la letanía de la subida.



La carretera es un concierto de curvas y mas curvas por lo cual es aconsejable no ingerir comida pesada, sino se termina más mareado que borracho suelto en plaza, el trayecto se realiza bajo un terreno desolado y árido con tan solo presencia de ichu y después de dos interminables horas se llega a los baños termales de Queronta (o Jeronta), donde se puede pernoctar o acampar si uno va equipado con carpas y bolsas. Si pueden, compren huevos en Puquio para cocinarlos aquí; luego de un reparador descanso y después de gozar un buen baño se continúa con el ascenso hasta una zona de aproximadamente 4500 msnm (no conocemos la denominación de este paraje, así que, los amigos blogueros ya nos dirán de qué lugar se trata), en este lugar a veces se aprecian nevadas espectaculares y un viento que te congela hasta el alma. A partir de este promontorio se da inicio a la bajada hacia la comunidad de Andamarca, a medida que se avanza y desciende, uno nota que el corazon ya no está a ritmo de taquicardia, los pulmones ventilan bien y la cabeza deja de emitir ese zumbido tipo microondas cuando se cocinan los alimentos; acto seguido, pasamos por una graciosa, bella - y helada, supongo - laguna en donde los únicos seres vivientes que observan las tonalidades del agua son las llamas y huanacos, parece ser que esta zona es denominada Corralchayocc.
Los antiguos comuneros que iban desde los pueblitos alejados de Lucanas hacia Puquio, caminaban por senderos similares a éstos, con la única compañía del viento y el frío imperantes en la zona, a veces, cuando el tiempo era muy malo se guarecían en algunas casitas de "llamichus" o "shalljas" comiendo carne ahumada de llama o alpaca; en esos lugares donde la pobreza era espantosa, había lugar para compartir algunos mendrugos. Cómo serían las carencias y privaciones que pasaban estos solitarios criadores de auquénidos que, cuando los "lampachaquis" llegaban a comunidades como Ishua se daban un atracón de frutas (¡un cerro de tunas!) y recibían buen trato.

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