Doña María Espinoza en el centro, mientras los caballeros de al lado, circunspectos y trago en mano, siguen las incidencias de la presentación.
Otra escena que muestra que no solamente las personas mayores asisten a estas reuniones, sino muchos jóvenes también se dan cita para ver esta tradición, aunque algunas de ellas no desean aparecer fotografiadas en la sección "sociales" del diario-blog "El Hocicón Ishuano".
En esta foto, las hermanas Espinoza Urbano (Ana y Elsa), su señora madre y Charo Espinoza en amena charla; a la derecha don Ciprian Asto, "Chipi", conversando con el fotógrafo Víctor Huarcaya y otra persona de su "promoción".
Estos caballeros se encuentran enfrascados en profundas disertaciones filosóficas acerca el sexo de los ángeles, acompañados -por supuesto- de cervecitas heladas para obtener mayor inspiración; si así empezaron temprano, es muy probable que hayan llegado viendo dobles al final del atipanakuy.
En esta vista, las personas presentes han venido a escuchar los versos de las huaylías, la bronca danza de los machoq y apreciar detalles artísticos de la fiesta tradicional; los tragos los dejan para los borrachos - decían por allí-.
Atenta señora que refrescaba cada cierto momento las gargantas de los asistentes (no había presencia de sol pero se sentía un fuerte bochorno) repartiendo vasos de excelente chicha de jora, -lo mejor de la tarde- se escuchó decir por algunos lugares...
Jarra en mano, recorría todo el local repartiendo la clásica bebida de nuestra tierra; el reparto de "aja" se efectuaba sin distinción de personas ó clases como manda la tradición, todos los visitantes degustaron la fresca bebida. Muy agradecidos por su atención.
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