Los pastores también tienen lo suyo, ganas no les faltan, mucho menos valor para enfrentar estas pruebas, sino observemos cómo este machoj literalmente vuela por encima del piso.
El rival responde con otra serie de requiebros y figuras que traza en el suelo, la fuerza que le imprime a su salida indica que esta competencia también va a ser muy disputada; el público satisfecho por el espectáculo atina solo a sonreir y aplaudir al término de cada presentación, por algo han colaborado pagando su entrada a este recinto, ¡por algo han abonado 5 soles de oro!.
Tedioso sería describir los pormenores de este atipanakuy, solo basta saber que ambos contendientes brindan lo mejor de su repertorio.
En esta segunda tanda, la presente ayllicc inicia su presentación con una delicadeza y gracia sin par, mientras, el público la observa y los caballeros - en lo más dentro de alma - ya quisieran obtener los favores y preferencias de estas singulares exponentes. Para que te casaste amigo - te va a decir una voz interior - ahora solo te queda mirar y sufrir sin llorar.
Gracia y picardía muestran las guiadoras, todas tienen su particular modo de danzar.
Claro que viendo el baile desplegado por su rival, esta ayllij no se va a quedar de brazos cruzados; arremete con fuerza y osadía, realizando peligrosas maniobras que pueden terminar muy mal si es que no tienen la suficiente habilidad.
Culminando la presentación, ambas huaylías miden fuerzas en el centro de la plaza; comienzan con pasitos cortos y terminan como un vendaval.
Bonito espectáculo el que brindaron estas gráciles damas de Ayacucho. Todos contentos, todos satisfechos.
huaylíasnavidadmotivo costumbristaAyacucho
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