sábado, 28 de marzo de 2009

Ccecca, Ñaupa Llaccta: Pastores y huaylías (VIII)

Prosigue la competencia como dicen algunos dizque animadores, "al rojo vivo" (ni que fueran herreros ¿o si?).

From Villa Ccecca
Entusiasmada por su presentación anterior, Vengadorita sale a demostrar que hasta con los pesados calzados de los machoj' también puede demostrar su arte.

From Villa Ccecca
Ya que en la presentación anterior la guiadora de Chacralla no quedó muy bien parada ante la habilidad y rapidez de su rival, se calza los pesados zuecos de los caporales y esta vez sale dispuesta a mostrar ¡cómo danza una verdadera huaylía!, observen el gesto adusto y de desafío ante la adversidad, este atipanakuy sale fuera de lo común y los asistentes son quienes más lo disfrutan.

From Villa Ccecca
Vengadorita demostrando que también con los zuecos sabe mostrar el arte de las huaylías.

From Villa Ccecca
Pero, un momento, esta guiadora está demostrando que es especialista con estos atuendos, mientras danza la concurrencia muestra un significativo silencio pues no todas las veces se aprecia algo semejante.

From Villa Ccecca
¡Uff!, a estas alturas el atipanakuy sobradamente pagó el valor de las entradas (y el taxi que se va a requerir para el regreso a sus hogares de los asistentes), ya es bastante tarde y nadie se mueve en este recinto.

From Villa Ccecca
Todos aguardan en qué termina esta épica confrontación, las guiadoras tienen seguidores por todas partes y se escuchan las voces de aliento.

From Villa Ccecca
Maravillados, los concurrentes observan cómo se baila el huaylías en la zona de Lucanas, tal es la fuerza que imprime a su baile Sancaycha de Chacralla que todos guardan un respetuoso silencio. Los organizadores de la comunidad de Ccecca mas satisfechos no podrían estar, este tipo de escenas van a quedar en el recuerdo de muchos asistentes.

From Villa Ccecca
Tratando de quitar protagonismo a su rival Vengadorita de Andamarca muestra todo su arsenal de recursos y aunque ya pasaron cerca de una hora danzando, nadie muestra cansancio alguno. ¡Estas son fiestas, señores!






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